Christoph Niemann es el ilustrador, diseñador gráfico y director de arte que está destrás de Abstract Sunday, el blog de The New York Times Magazine. También ha editado varios libros entre ellos 100% Evil, I Lego NY, Abstract city y el responsable de algunas de las portadas de las revistas más prestigiosas. Este verano hemos podido seguir los Juegos Olímpicos Londres 2012 gracias a sus crónicas, o seguir la política americana; cualquiera de sus crónicas tiene algo de familiar, de cercano y de ridículo.
Christoph Niemann nació en Waiblingen, Alemania en 1970. Sus ilustraciones icónicas aparecen de manera regular en las páginas de la revista The New Yorker, Wired y el New York Times Book Review. Tiene la capacidad de simplificar de la manera más sencilla y cotidiana conceptos complejos.
Después de acabar sus estudios en Alemania se mudó en 1997 a Nueva York, ‘Buscaba nuevos retos, entre ellos, poder equivocarme’, según sus propias palabras.
Espero ansiosa cada una de sus ocurrencias, que, periódicamente publica en el blog que edita desde desde 2008. Tiene una manera original de mostrarnos las situaciones y vivencias más corrientes y en muchas ocasiones pueriles. Sus ilustraciones tienen una dosis de inteligencia e ingenio, involucran al lector y lo hacen partícipe de la broma, tienen un toque de ternura y, a veces, utiliza el juego de palabras o la ironía; es todo esto lo que lo hace único.
Como los juegos olímpicos, la Maratón de New York , un viaje transatlántico, también no explica algo de ciencia y de tecnología.
Tuve la suerte de escucharlo en persona en el AGI Open Barcelona del 2011.
Yoga Will detroy your design carrer! Esta es una de las afirmaciones a las que Christoph Niemann es capaz de llegar debido a su experiencia vital y esta forma tan particular de ver lo que le rodea.
Así lo cuenta en el siguiente vídeo, una charla que dio para Creative Mornings. Si queréis echar unas risas no os lo perdáis.
Me gusta esa visión diferente que tiene de lo que le rodea, uno de sus trabajos que más admiro es la portada para New Yorker, Dark Spring sobre la tragedia de Japón, una imagen que lo dice todo, para mi, una de las mejores portadas del 2011.